En nuestras consultas el 95% de las madres que llegan nos comentan que sienten que algo no está bien en su comunicación, que se lo han dicho al pediatra y le ha comentado que aún está dentro de lo normal y se puede esperar.
En otros casos, no han consultado al pediatra pero un familiar sí y sus respuestas son: "tranquila el papá hablo tarde" o "todavía está muy chiquito", "los varones hablan más tarde que las niñas".
La maternidad y la crianza están atravesadas por auténticas fuerzas de la naturaleza que se manifiestan en todas y cada una de nosotras. Una de ellas es la inteligencia del cuerpo, otra es la intuición, en estas etapas tan enraizada en el instinto que es difícil saber dónde acaba una y donde empieza la otra. Y la naturaleza hace todo lo posible por afinarla al máximo, desde el embarazo e incluso antes. Todas esas fuerzas son expresiones de la inteligencia de la naturaleza.
Sintonizar con el estado de conciencia de los bebés y niños pequeños implica agudizar un tipo de inteligencia diferente de la que nos permite razonar, clasificar, conceptualizar y juzgar; requiere la capacidad para conectar emocionalmente, sensibilidad para captar lo sutil y percibir las señales, requiere confiar en la intuición, y hacer todo eso atravesando el muro de las ideas preestablecidas, los imperativos culturales, las expectativas ajenas, las condiciones de vida que nos empujan a salir del estado de conciencia de la crianza lo antes posible, la cadena de escollos que supone ser madre en un mundo que nos quiere “iguales”. ¿Iguales a quien?
Si bien no hay mucha evidencia científica que respalde la idea de un instinto maternal, algunos científicos creen que los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo y la lactancia materna son las madres principales para el cuidado
¡Escuchemos la Intuición de las Madres!
La intuición de una madre puede ayudar a identificar problemas temprano, lo que puede conducir a mejores resultados. Por ejemplo, la intuición de una madre la llevó a obtener ayuda inmediata para su hijo, que fue diagnosticado con apraxia del habla (CAS) en la infancia. El CAS es un trastorno neurológico que dificulta la capacidad de coordinar los movimientos necesarios para producir el lenguaje hablado.
La intervención temprana en el desarrollo de la comunicacion es un factor crítico que puede influir significativamente en las habilidades de interacción social y el éxito académico general de un niño. Abordar los problemas del habla y el lenguaje a una edad temprana no solo ayuda a superar estos desafíos de manera más efectiva, sino que también establece una base sólida para el crecimiento futuro.
La intervención temprana en el desarrollo del habla ofrece muchos beneficios más allá de las mejoras inmediatas en la comunicación. Las habilidades cognitivas mejoradas, las mejores habilidades sociales y el bienestar emocional mejorado son algunas de las ventajas de abordar los problemas del habla y el lenguaje desde el principio. Al priorizar la intervención temprana, podemos ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial y ponerlos en un camino hacia una vida exitosa y satisfactoria.
Si consideras que tu niño necesita atención en su proceso de comunicación, escríbenos AQUÍ. con gusto te ayudaremos.
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